
Entrevistamos a Joaquín Ruiz López , Director del Departamento de Calidad de los Servicios de AEVAL.
En contexto como el actual, ¿cómo cree que un encuentro como novagob 2015 contribuye a mejorar las administraciones públicas?
La mejora de las administraciones públicas tiene tres grandes impulsores: la ciudadanía, los gobiernos y los gestores públicos. Estos actores pueden triangular de distinta forma y con desigual intensidad según el contexto. A mi modo de ver, en el contexto de los últimos años, el papel de los gestores públicos cobra especial relevancia porque, dadas las constricciones de todo tipo con las que se encuentran las administraciones públicas, es el capital intelectual de los servidores públicos, promovido y estructurado por espacios y foros participativos como novagob el que puede contribuir a encontrar soluciones innovadoras para la mejora y sostenibilidad de las administraciones públicas. Este Congreso Iberoamericano de Innovación Pública es un encuentro abierto que puede aportar frescura al debate y permite que quienes nos desenvolvemos habitualmente en este ámbito dispongamos de espacios para diálogo y el consenso. Además, los apartados en los que se articula me parecen muy acertados, ya que abordan los principales asuntos que están siendo discutidos por los gestores públicos.
Cuéntenos un poco sobre AEVAL y cuál será su papel durante el Congreso
AEVAL fue la primera de las Agencias creadas al amparo de la Ley de Agencias Estatales para la mejora de los servicios públicos de 2006. Desde entonces, ha venido trabajando, en ese marco organizativo que combina la autonomía y la responsabilidad gestora, en pro de la institucionalización de la evaluación de las políticas públicas y de la mejora de la calidad de los servicios públicos. Su papel en este Congreso consistirá en postular la necesidad de una evaluación integral del continuo de la acción pública, con un enfoque que incorpora los distintos niveles y fases de dicha acción pública, desde las políticas y programas hasta las organizaciones y servicios públicos. Esta evaluación integral puede suponer un paso hacia la innovación por cuanto sirve para identificar, sobre la evidencia, aquellas áreas que son susceptibles de mejorar.
A su modo de ver, cuáles son los principales desafíos para la innovación en las administraciones públicas
Nadie se atrevería a objetar la necesidad de la innovación como factor de mejora y transformación en general y específicamente para las administraciones públicas. Es una obviedad. Ahora bien, ya que me pregunta sobre los principales desafíos –y el término desafío tiene una acepción de situación difícil, problema, riesgo-, para mí el principal riesgo de la innovación es que puede convertirse en un tótem o un fetiche, y esto me trae a la mente las diatribas del reaccionario Burke contra la “atroz innovación”.
En todo caso, siendo positivos, hay dos conceptos que, a mi juicio, están muy relacionados: Innovación y Mejora Continua. Ambos forman parte del acervo de la gestión de calidad y, a veces, se utilizan indistintamente. Sin embargo, el segundo se caracteriza por ser “un proceso que conduce al logro de un nivel superior de rendimiento, alcanzando cambios positivos e implica tanto la implantación de un sistema como el aprendizaje continuo de la organización, su seguimiento y la participación activa de todas las personas”. A diferencia de la innovación, logra avances a partir de la optimización de los sistemas existentes. En cambio, el carácter rupturista de la innovación entraña, en la mayoría de los casos, un replanteamiento de los procesos.
Desde la acepción del término desafío como oportunidad– que es la que importa-, diría, siguiendo las recomendaciones de la OCDE, que los retos a los que puede responder la innovación son:
- Aumentar y potenciar las capacidades administrativas e institucionales de manera que las administraciones públicas puedan seguir siendo un instrumento útil en nuestras sociedades.
- La composición cambiante de nuestras sociedades está ampliando las expectativas ciudadanas, que ahora demandan una Administración más sensible y con servicios personalizados. La ciudadanía también espera que sus gobiernos desarrollen su acción de manera sostenible y transparente. La generación de entornos propicios a la creatividad de las personas, los ambientes que destierren el misoneísmo burocrático promueven la innovación pública como respuesta a esos desafíos.